lunes, 28 de abril de 2014

Maquiavelo y Goebbels, curiosa sintonía actual.

De: Nilo Meza
Los que llegan al poder, no importa cómo, recibieron alguna dosis de preparación para gobernar.  Dicha dosis, inyectada a una buena parte de congresistas y funcionarios que pululan en el Congreso y en los ministerios, estuvo perfectamente orientada por sus mentores/capacitadores (CONFIEP, YANACOCHA, SIN, etc.) para conocer, aunque sea mediocremente, las formas y mecanismos de mantener y acrecentar el poder que lograron, cómo usarlo para sus fines, cómo manipular la opinión pública, cómo servir al poder económico sin aparentarlo, entre otras perlas “políticas e ideológicas”.
Los capacitadores de los futuros “líderes” políticos del Perú, son gente que puede contratar lo crema y nata de la intelectualidad nacional e internacional, suficientemente entrenados para limpiarles el cerebro a los potenciales congresistas y ministros, y encajarles el libreto derivado de un interesado y morboso uso de las enseñanzas de Maquiavelo y Goebbels.
Tanto Maquiavelo como Gobbels, adecuadamente combinados, son fuentes de inspiración  de los que brillan sibilinamente en el poder, Alan García, por ej., y guardando distancias y proporciones, Nadine Heredia. Ambos conocen la fortaleza de los consejos y procedimientos del italiano y el alemán, y los aplican con esmerada eficiencia.   
No podría decir lo mismo del actual presidente peruano, dado que su permanencia en el poder está garantizada mientras su “hoja de ruta” sea la misma que autorizó la CONFIEP y sus grupos empresariales (aquí se aleja de los consejos de Maquiavelo, pues éste, recomendaba a su Príncipe que no se ponga a merced de los ricos).  Toledo y Castañeda, son accidentes de la política nacional.  Si el primero ha leído a Maquiavelo y Goebbels, es evidente que no los ha entendido. El segundo, obviamente, no los ha leído.  El que los leyó y aplicó con enfermiza eficacia, fue Montesinos, donde Fujimori fue su “Rey” mientras él gobernaba.
Pero, veamos algunas perlas de los métodos y procedimientos combinados de Maquiavelo y Goebbels aplicados en casos concretos:
  • El que llega al poder debe tener facilidad de adecuarse a las circunstancias, no importa si con ello traiciona sus principios y promesas. ¿No les recuerda a A. García y al actual presidente?  El engaño y la simulación son parte vital en este tipo de gobernantes, hasta al punto de lograr una apariencia moral, lejos del bien y del mal.
  • El que llega al poder debe contar con el favor de los medios de comunicación más poderosos del país, o debe tener la capacidad de comprar sus editoriales y directores. ¿Recuerdan a Fujimori?  O recientemente, miren los editoriales y titulares de El Comercio y sus extensiones ampliamente ramificados en medios escritos, hablados y televisivos.
  • Las estrategias políticas de los gobernantes cambian conforme lo requiera el objetivo de mantenerse en el poder, mejor aún con apoyo ciudadano registrado en las encuestas manipuladas por los medios de comunicación encargados de mantener el statu quo.
  • El objetivo de mantenerse en el poder, de manera personal o partidaria, y mejor con el favor ciudadano, no pone reparos a la formación de alianzas incluso “contra natura”.  Miren lo que pasa en nuestro congreso.  Perros y gatos haciendo alianzas para tener un “espacio” en el poder de las Comisiones.
  • El mecanismo de simulación que puede mostrar al presidente o al congresista, o al Ministro, como personas generosas cuando son, en realidad, unos miserables como Urtecho; este mecanismo también logra generar la sensación de que el poder del que dispone los que están en el poder sirve para inspirar respecto y temor.
  • La estrategia del entretenimiento, y cuanto más vulgar mejor, es un elemento básico en quienes medran en el poder.  Desarrollado por Goebbels básicamente, pero ampliamente desarrollo por EEUU a través dell internet y los medios electrónicos actuales. La computadora, los smartphones, celulares inteligentes, televisión, etc., forman parte de la inmensa logística de  entretenimiento capaz de convertir a los ciudadanos en personas torpes y manipulables, y lo son mucho más cuando esta estrategia logra convertir un hecho anecdótico en una cuestión trascendental. (la ingenuidad de Rimarachin con su cartelito en el Congreso, por ej.)
  • La estrategia de la focalización del enemigo.  Uno por vez, dicen los estrategas.  En esta vez,  el objetivo del poder político, el poder económico y los medios de comunicación adictos a ellos, es la izquierda peruana que debe ser destruida totalmente.  Aquí no hay medias tintas.  En el Perú, para el actual stablishment, no sucederá lo que en Chile, Ecuador, Bolivia, etc., cuyos giros a la izquierda son innegables y han puesto en apuros al imperio.
  • El desprecio a las masas y colectividades, generando la sensación de que son incapaces de proponer ideas y políticas razonables distintas a las que están en marcha, es parte de las estrategias del poder  Esto lo estamos viendo  con lo de la Haya,  no importa lo que digan los tacneños, ni lo que diga el común de los ciudadanos…el “fallo favorece al Perú” y punto.
  • Ocultar, tergiversar o simplemente ningunear argumentos distintos al orden establecido es también pan de todos los días.  O inventar cualquier patraña para disimular situaciones verdaderas de crisis, es también parte de la estrategia distraccionista tan cara a Goebbels.
“Miente, miente, que algo quedará”


Lima, 3 de febrero de 2014

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